Desarrollado por el MIT Media Lab, Scratch es una herramienta clave para educar con robótica y programación, alineada con las competencias digitales de la OCDE y la UNESCO. Su enfoque interactivo y creativo no solo prepara a los estudiantes para un futuro tecnológico incierto, sino que fomenta un desarrollo integral, combinando habilidades técnicas, pensamiento crítico y adaptabilidad. Repasemos cómo logra esto. ¿Qué habilidades aporta la educación con robótica? Pensamiento creativo Scratch estimula la imaginación y fomenta la creatividad, permitiendo que niños y adolescentes transformen sus ideas en proyectos interactivos. Con esta plataforma, aprenden a experimentar, a probar distintas formas de abordar un problema y a desarrollar confianza en sus propias ideas. Razonamiento abstracto Al trabajar con Scratch, también desarrollan la habilidad de anticipar errores y evaluar distintas opciones antes de tomar una decisión. Esto no solo es útil en la programación, sino también en situaciones cotidianas como planificar tareas o resolver conflictos de manera lógica. Pensamiento computacional Con Scratch, los pequeños aprenden a estructurar su pensamiento de manera organizada, elaborando secuencias lógicas para alcanzar un objetivo. Creando y ajustando sus propios algoritmos, desarrollan una comprensión intuitiva de los principios de programación, habilidades que serán esenciales en el futuro digital. Resolución de problemas Programar en Scratch implica descomponer problemas complejos en pasos más pequeños y manejables. A través de la prueba y error, mejoran su capacidad para enfrentar desafíos, adaptarse a nuevas situaciones y encontrar soluciones eficaces. Aprendizaje autónomo La autonomía es clave en el aprendizaje, y Scratch motiva a los niños y adolescentes a explorar por sí mismos. Al enfrentarse a retos y superar dificultades, desarrollan paciencia y perseverancia, habilidades fundamentales para su crecimiento personal y académico. Trabajo colaborativo Gracias a su diseño intuitivo y visual, facilita el trabajo en equipo. Los alumnos pueden compartir sus creaciones, intercambiar ideas y mejorar sus proyectos en conjunto. Además, la comunidad de Scratch les permite aprender de otros y colaborar en iniciativas globales. Comunicación y manejo de TIC En la era digital, la comunicación va más allá del texto escrito. Scratch ayuda a los niños a expresarse a través de proyectos multimedia, integrando imágenes, sonidos y animaciones de forma efectiva. Al crear contenido interactivo, desarrollan una comprensión crítica sobre las tecnologías de la información y la comunicación.